La belleza de la auténtica libertad y el respeto son las herramientas de la “No Doma” de Santi Serra Camps.
Su excepcional conexión con los animales y en especial con los caballos, está fascinando al público a nivel internacional.

Ahora mismo Santi se encuentra en Arabia Saudí, preparado para actuar con su equipo de corceles en el Asharqia Arabian Horse Festival. Toda una institución para los amantes del caballo.
Y ganarse el respeto y la admiración de los árabes en lo que a caballos se refiere, dice mucho acerca de lo que hace Santi Serracamps.
Antes de embarcarse en un apretado calendario de actuaciones alrededor de las ferias ecuestres más importantes del mundo , estuvimos con Santi en su casa.
Allí, junto con su hermano Jon, su mano derecha y principal apoyo, tuvimos la suerte de disfrutar del arte de Santi y hablar con él acerca de sus valores y su trabajo con los animales.

Mabel: ¿Cuándo te das cuenta de que tienes un don con los animales?
Santi Serra: Pues no me he dado cuenta de ello. Lo único que hago es estudiar a los animales en libertad, observando cómo se comportan en su habitat salvage.
Y lo único que he hecho ha sido respetar tu entorno y adaptarme a ellos.
No he hecho ningún tipo de doma. Simplemente convivo con ellos, me adapto a ellos y me comporto como un caballo más.
Nosotros defendemos que la persona nunca debe de forzar a un caballo a hacer algo. No podemos hacer que un caballo sea un humano. Sino que debemos ser nosotros los humanos caballos. De esta manera hablamos el mismo lenguaje que ellos. Así que la relación con ellos es mucho más auténtica y fácil.
Mabel: ¿Por qué dices que no tienes un don?
Santi: Yo, personalmente, no percibo que tenga ningún don en especial.
Sólo un amor y respeto por los animales. Los estudio, intento vivir como viven ellos y me intento comunicar con su lenguaje.

Mabel: Tu método de estudio es la convivencia.
Santi: Desde pequeño he tenido la suerte de estar rodeado de caballos.
Mis padres criaban caballos árabes y tenían un grupo de caballos árabes salvajes. Siempre me fascinaban. Así que cuando un día les dije a mis padres que quería dedicarme al mundo del caballo, lo entendieron perfectamente.
Pero también me dijeron que si quería dedicarme a ello debía de aprender y estudiar a los caballos.
Así que durante dos años estuve conviviendo con la manada de caballos salvajes árabes. Siempre llevaba conmigo un cuaderno a donde anotaba el comportamiento de los caballos
Entonces empecé a trabajar con un caballo y a practicar. Y así con todos. Hasta que al final ellos han sido mis maestros y han sido los que me han ayudado a ser hoy el profesional y la persona que soy.
Mabel: Siempre he pensado que las personas tenemos un día un clic, una anécdota que hace que emprendamos un determinado camino. ¿Cuál fue tu clic?
Santi: Pues mi clic vino en forma de sueño cuando tenía 13 años.
Soñé que todos los animales se comunicaban conmigo, corrían en libertad y jugábamos como si se tratara de un perro y su amo.
Y este sueño ha sido mi guía; mi objetivo. Todo este tiempo he estado luchando para conseguir que ese sueño se hiciera realidad.
Mabel: con tantos caballos y viajes alrededor del mundo, la logística que necesitáis debe de ser muy compleja.
Santi: Pues de todo eso se encarga mi hermano, que es mi principal apoyo, mi mano derecha y mi manager. Jon es todo para mí. Sin su ayuda no estaría hoy aquí.
Mabel: ¿Cómo es el día a día a nivel logístico? Porque debe ser más complicado con los caballos que con los Ferrari.
Santi: Pues la verdad es que sí. Para los viajes por Europa utilizamos camiones. Y fuera de Europa los caballos viajan en avión.
Y para que toda esta logística salga rodando hemos tenido que aprender muchísimo en todo este tiempo. Sobretodo mi hermano Jon que prácticamente ha tenido que hacer un master con todos los viajes que hemos hecho.
Mabel: Y de todos los países a los que viajáis, ¿Cuál de ellos es el más agradecido con vuestros espectáculos?
Santi: Pues todos. Estamos muy contentos y agradecidos porque en todos y cada uno de los países en los que actuamos nos reciben muy bien y se vuelcan con nosotros.

Este año estuvimos por primera vez en Estonia y fue espectacular. Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Países Árabes, China, Norteamérica, … Es imposible tener un país favorito porque todos ellos son brutales y un público excelente.
Mabel: ¿Tiene Santi Serracamps algún otro objetivo por el que esté luchando?
Santi: Yo sigo luchando, yendo por mi camino, trabajando por conseguir mi sueño, que es el de ver un mundo diferente a través de los caballos.
Conseguir que la gente ame a los animales, los respete. Luchar contra el maltrato animal.
Y mi espectáculo quiere mostrar a la gente que sin necesidad del maltrato, sólo con mirar por el bienestar de los animales y con el juego, ellos son capaces de ofrecer un espectáculo lleno de belleza.
Mabel: Además nos habéis explicado que entre los caballos que salen contigo en el espectáculo hay uno que llegó en muy mal estado a vuestra casa porque había sufrido maltrato. Y ahora es éste precisamente el caballo que no se separa de ti.
Santi: Es cierto. Y ejemplos como éste son la mejor manera de mostrar al mundo que sin recurrir al maltrato, los caballos pueden estar arriba, pueden ganar campeonatos, olimpiadas, hacer espectáculos.
Mabel: Después de todo el éxito que estás teniendo, ¿te consideras como un influencer?
Santi: Uyy nooo! Yo no soy influencer de nada. Yo tan sólo soy un amigo de los animales.
Mabel: Bueno, reconoce que un poquito influencer sí. Hay los “influencers de selfie” y hay los influencers o líderes de opinión que transmiten valores. Y aquí es adónde estaría Santi Serracamps.
Santi: Bueno, es que como influencer, no me veo. Yo sí que deseo transmitir mi mensaje de respeto a los animales y es verdad que las redes sociales ayudan.
Y también ayudan todas las marcas que han confiando en nuestro trabajo desde los inicios, como piensos Pavo y Scuderia 1918.
Al final es un marketing que nos está dando una excelente visibilidad y nuestras RRSS no paran de crecer.
Y esto es fantástico porque nos está ayudando a que nuestro trabajo sea conocido; a que haya más gente interesada en asistir a nuestros espectáculos. Personas que se sienten identificadas con nuestros valores de respeto hacia los animales y el medioambiente.
Porque nuestro espectáculo va dirigido tanto a gente del mundo del caballo, como a gente es ajena a este mundillo. Se trata de que la gente disfrute con lo que hacen los caballos, sin necesidad de ser un entendido.
Mabel: ¿Hay algo que no te guste del mundo del caballo?
Santi: Me gusta todo. Si las cosas están bien hechas y respetando a los animales.
El mundo de la doma y de la disciplina me gusta, siempre y cuando esté realizada con un cuidado exquisito hacia los caballos.

Por ejemplo, ahora acabo de iniciar un proyecto en las carreras de caballos. Porque deseo llevar mi disciplina y manera de entrenar al mundo de las carreras de caballos.
Entrenando desde el bienestar y el juego.
Se trata de que los caballos galopen y veamos hasta dónde pueden llegar. Si llegamos a tener campeones, será genial!!
Mabel: Y, ¿de dónde sacas tanto tiempo para hacer todo esto?
Santi: Pues voy haciendo. Si un día puedo avanzar más, lo hago. Lo que evito es agobiarme. Porque trabajar con animales requiere que no les traslades el estrés.
Porque si hay algo que he aprendido de los animales es que lo importante es la salud. Si tienes salud, tienes libertad. Y si tienes libertad, tienes felicidad.
Mabel: Totalmente de acuerdo. Porque, esto que nos inculcan de estudiar, las posesiones materiales, el trabajar para ganar dinero, … ¿no te parece que son unas consignas erróneas?
Santi: Tal y como está hecho el mundo, hace falta cambiar muchas cosas. Sólo vivimos una vez. Así que es mejor trabajar de lo que nos gusta y nos llena.
Y esto es algo que he aprendido de los caballos. Ellos saben vivir la vida.
Mabel: Con esta conexión tan estrecha que tienes con los animales, ¿cómo lo pasas cuando pierdes a un animal?
Santi: Por suerte he tenido pocos casos, pero lo paso fatal. Es perder una parte de ti.
Hace poco hicimos un homenaje al que es mi primer caballo, porque se retiraba con 21 años. Y acabé llorando en medio de la pista.
Mabel: ¿Contáis con algún tipo de ayuda?
Santi: Nada de nada. Por parte de las instituciones no recibimos ningún tipo de apoyo.
Al final aquí solo se patrocina lo que sale por la televisión. Pero no me quejo porque al final, en el extranjero nos reciben con los brazos abiertos y nos tratan muy bien.
Los países arabes casi nos veneran. Es abrumador. Incluso viajan a nuestra casa a participar de los espectáculos que hacemos aquí para nuestros familiares, amigos y sponsors.
Mabel: Porque en estos países los caballos son como una religión.
Santi: Es increíble. Hay un dicho árabe que dice que si tienes en casa un caballo árabe y un halcón, tienes asegurada la seguridad y la salud en tu hogar.
Mabel: Porque, además de los caballos, ahora estás entrenando aves. ¿Cómo surgió el tema?
Santi: Pues igual que con los caballos. Conviviendo con ellos, observándoles y aprendiendo.
De hecho hace años que tengo aves, solo que no ha sido hasta ahora que he empezado a introducirlas en los espectáculos.
Mabel: ¿Cómo te gustaría que se reconozca tu trabajo?
Santi: Yo soy el amigo de los animales y ya está. Ni susurrador, ni domador, ni nada de eso.
Tan sólo soy un compañero que los respeta e intenta entender.
Mabel: ¿Cuánto se tarda en conseguir que los caballos realicen las coreografías que vemos en tus espectáculos?
Santi: Unos tres meses. Ahora voy a empezar a volver a trabajar con los frisones, los caballos más jóvenes y los potros.
Los caballos adultos se han ganado un descanso después de tantos espectáculos
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Photos by: Arnau Villena